miércoles, 24 de diciembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Calendario para Adviento 2014
viernes, 2 de mayo de 2014
WhatsApp: El comienzo de una nueva experiencia

- Hay otros medios para comunicarse. Creo que es un medio más de comunicación, no el único medio. Podemos comunicarnos a través del correo, Facebook (incluso a modo de conversación similar a WhatsApp), Twitter,… y no olvidemos los medios más tradicionales, aunque entiendo que no todo el mundo tiene sms gratis.
- Si estamos a mano prefiero hablar y mirarte a los ojos. Hace no mucho, vi un video publicitario, que me hacía recordar que los medios digitales surgieron y evolucionaron para mejorar nuestra capacidad de comunicación, sobre todo con los más alejados, con aquellos con los que tenemos mayor dificultad, pero que había llegado un momento en el que los utilizábamos incluso para hablar con quienes tenemos cerca. Me gustaría que si estamos cerca me hablaras en lugar de escribirme.
- No tengo el móvil conectado al cerebro. ¿Sabéis la diferencia entre trabajar para vivir y vivir para trabajar? Pues el móvil y todas sus aplicaciones son herramientas que utilizo, no vivo para mi móvil, tengo una vida, y bastante cargada de (pre)ocupaciones, y no me gusta discutir o que alguien se sienta mal porque no he visto que me ha escrito. Ahora también se usan, aunque con los medios digitales se utilizan menos, cuando quieres asegurarte que alguien recibe un documento o un paquete, envías un burofax o certificas el envío. Pues he escuchado, en más de una ocasión, aquello de “Yo no lo sabía” / “Ah, pues yo te lo dije por WhatsApp”… hay mil razones por las que puedo no haberme enterado (sobre todo teniendo en cuenta las caídas del servicio) o no haberlo entendido.
- Si no contesto, por favor, no te molestes. En la línea de la anterior, si quieres una respuesta inmediata, intenta llamarme, si puedo cogértelo hablaremos, si no, lo haremos más tarde. Si no te lo cojo, o te cuelgo, ¿qué entiendes? A) No quiero contestarte; B) No puedo hablar en ese momento. Creo que, excepto en casos muy concretos, se entiende que la opción correcta es la “B”, ¿no? Pues si me escribes, no lo leo en ese momento, o lo leo y no te contesto, no significa que tenga algo contra ti, o que no me importes lo suficiente, significa que en ese momento no puedo contestarte. Bien, parece ser que esto no lo entiende todo el mundo.
- Los grupos son para hablar de cosas que interesan a los participantes. En Facebook, si yo hago una publicación, una persona la comenta y otra ve el comentario y se pone a conversar con la primera, no sólo me llegan notificaciones a mí, sino a todos aquellos que le hayan dado a “me gusta” a dicha publicación, personas que han sido incorporados como participantes en una conversación que no les va ni les viene. Pues con los grupos de WhatsApp parece que ocurre igual, si dos personas van a conversar, lo normal es que se abran una conversación (si son dos) o un grupo (aunque luego lo eliminen), y no molesten a los demás. Si no entro, o me salgo de un grupo, no os molestéis, por favor, no he firmado ningún contrato para ello.
- Los mensajes no tienen límite de caracteres. Twitter tiene 140 caracteres y los aprovechamos al máximo, los sms tienen 160 y llegamos a inventar una forma nueva de escribir (que causó estragos en la ortografía española). Pues resulta que WhatsApp no tiene límite, si estamos en plena conversación, puedo entender que me envíes cada frase en un mensaje, pero si entras a escribirme, pon todo lo que quieras decir de una tacada y luego le das a enviar. Con este proceder, reduciremos considerablemente el número de notificaciones (lo que yo llamo a veces la metralleta). Y en un grupo, aunque sea una conversación activa, facilitaremos el trabajo al que se ha ausentado un momento.
sábado, 12 de abril de 2014
1er día de Ejercicios Espirituales
Ejercicios Espirituales Bugedo
Concluida la mañana de clase (con exposición de trabajo incluida), una vez hecha la maleta, salimos de viaje, yo para no volver en dos semanas.
El primer destino es Bugedo, un pueblo de Burgos cercano a Miranda del Ebro (que en algunos sitios aparece como Bujedo). En un monasterio premostratense regentado por Hermanos de la Salle, nos reunimos para vivir unos Ejercicios Espirituales de mano del P. Fernando Quintano, cm.
Aparte de mi comunidad, también está con nosotros el estudiante se Zaragoza que hizo el Seminario Interno conmigo el año pasado. Como el silencio comienza mañana, ya hemos aprovechado para compartir un poco..
Más tarde vendrá el compartir la Pascua con JMV en Castellnovo, unos días con mi hermana y otros de excursión con la comunidad.
Intentaré ir compartiendo mi experiencia, pero me gustaría saber cómo vas a vivir tú esta Pascua.
domingo, 6 de abril de 2014
I Congreso iMisión
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Ésta y las demás imágenes utilizadas en esta entrada han sido tomadas del álbum del congreso |

Hemos sido unos 250 participantes entre ponentes, voluntarios, congresistas y organizadores/coordinadores. El grupo ha sido bastante heterogéneo, en procedencia y edad: consagrados, sacerdotes y laicos, jóvenes y no tan jóvenes, pero, en definitiva, cristianos comprometidos en sus comunidades y en la evangelización en la red.
Comenzamos y terminamos alrededor del altar, dando gracias a Dios por posibilitar el encuentro físico de los que llevamos tiempo trabajando en el mundo digital, en una Eucaristía presidida por Mons. Munilla.
En el concierto del viernes pudimos desvirtualizar (conocer en persona a gente que sólo conocíamos en la red) a más de uno. Es genial hablar con una persona por primera vez y sentir que ya la conoces de antes, porque así es; la sonrisa y las risas estuvieron presentes todo el fin de semana.
Tras un descanso para el café, nos dividimos en diferentes talleres, que habíamos podido preseleccionar en la inscripción (no concreto, insisto en que visitéis la web). Fui por la mañana al de Community Management [Daniel Pajuelo, SM], y por la tarde al de Fotografía creativa para evangelizar [Jota Llorente, SDB]. Nos enseñaron que el Community Manager no es gestor de datos, sino que tiene la responsabilidad de crear y fomentar la comunidad con los que participan en la plataforma y que, por tanto, tienen que ser personas con una comunidad física de referencia. En el otro taller nos enseñaron a leer fotografía, igual que aprendemos antes a leer que a escribir, para poder transmitir un mensaje con una foto, es necesario que leamos muchas.
Por la tarde, antes de una segunda ronda de talleres, Gustavo Entrala (CEO de la empresa 101), en Iglesia y Evangelización en el Continente Digital, dijo mucho, pongo alguna de sus afirmaciones: “El objetivo de la Iglesia no es que haya más gente en misa”; “Si no me gustas, no te escucharé”; Cuando uno pone una campaña en marcha tiene que plantearse antes qué es lo que quiere conseguir; “Los cristianos dispensamos alegría sostenible”. Y otras tantas llamadas de atención. Después de los talleres organizaron una mesa redonda con representantes de los mayores canales católicos presentes en las redes sociales. Y tras cenar, Ain Karem nos ayudó a orar cantando.
El domingo, después de alabar a Dios, Susana Herrera (Prof. UC3M, Dra. en Comunicación), nos mostró Buenas prácticas para evangelizar por Twitter, como cuidar nuestra presentación; enviar mensajes insertados en la realidad y no mensajes religiosos que no vengan a cuento; recurrir al humor; ser coherente, no rebajar el mensaje (si no se va a ser capaz, mejor no entrar en el tema); hay que escuchar más y hablar menos; abundar en retuits y enlaces (no endogamia). En definitiva concretó la forma de llevar a cabo lo que nos dijo Spadaro, no dar respuestas a nuestros seguidores, sino plantearles preguntas y dialogar con ellos.
Antes de volver a reunirnos en torno al altar, el staff de iMisión planteó las conclusiones aplicando lo aprendido, es decir, contando con nuestra opinión, y no dejando caer los mensajes, y la palabra a la que llegamos, la etiqueta o hashtag que podría resumir el encuentro es #iComunión. Mons. Munilla tuvo las últimas palabras con las que nos llamó a equilibrar pregunta y respuesta, tener dos pulmones, uno apostólico (o petrino) y otro carismático (o mariano), buscar, al mismo tiempo la felicidad y que el hombre sienta el amor que Dios le tiene. Tenemos que estar presentes en las redes sociales, pero teniendo en cuenta el peligro del uso desequilibrado, del peligro de ser autorreferencial, olvidando la autocrítica y, por supuesto, sin olvidar que cualquier cristiano, con más razón, uno que ejerce su labor misionera, tiene que tener dirección espiritual, a ser posible de forma presencial.
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