viernes, 29 de enero de 2010

Sonidos...


Habrá quien también le suene… hoy me han inspirado… es una forma curiosa de describir mi mañana…
06:37 Primera alarma: Wegue Wegue (no es Wiki Wiki), aún quedan unos minutos… 06:43 Segunda alarma: Looking for paradise, esta no es la definitiva… 06:48 Tercera y última alarma: Marcha fúnebre (su elección denota lo que me gusta levantarme), es hora de cambiar lo horizontal por lo vertical y viceversa… Oigo pasos en el pasillo, Nacho ya está activo mientras yo aún ando en el gerundio… Enciendo mis móviles, el vibrador me transmite los buenos días de personas de varios puntos de España… El pantalón de nylon genera electricidad estática (que ya me encargaré de transmitir involuntaria y directamente al codo de mi compi). Llaves, cremalleras, cisternas, ya estamos listos para bajar a desayunar (hoy no tenemos horario normal, lo cambiamos por la presencia de un examen). El ordenador se ha reiniciado y está listo para volver a conectarse. Abajo escucho mi vaso de leche que entra en el microondas por una mano ajena, me están esperando. Puertas que hay que tirar después de cerrar para que no se vuelvan a abrir solas. Cerraduras ruidosas, escalones nada sigilosos, olor a pan recién tostado… Tapas del café y de la azúcar, cucharas que remueven, pan que cruje, galletas que se rompen, sorbos que evitan manchar el mantel… risas que lo acompañan todo… ahora agua, vasos en el fregadero, coche que arranca, portón tan discreto o más que las escaleras, partimos para la uni… Por el camino escuchamos laudes en un CD, hoy no nos lo perdemos… Misericordia Dios mío, misericordia… Sincronizados con la bendición final se para el coche en el aparcamiento, se apaga el motor, se abren las puertas… que frío… un silencio sepulcral, la humanidad aún duerme o está oyendo ahora las cucharas y las galletas… sala de lectura… ¿Por qué se llama así? Si lo que menos puedes hacer es leer, aquí no hay silencio, la gente cuchichea sin parar… Cremalleras, folios, lápices, comenzamos a oír la materia en nuestra cabeza, pero no hay silencio… “¿Qué hora es?” Pregunta una chica a su compañera, Nacho se adelanta y contesta “las 8:15”, “gracias”, y se hace el silencio… aunque no por mucho tiempo… abre puerta, cierra puerta, que trajín se traen, al final la rompen… Vibra mi móvil en el bolsillo, es hora de que Nacho se marche al examen, últimos avisos, un abrazo, “suerte”… Me tomo un descanso, abro mi correo y echo un ojo al blog, repaso entradas anteriores, “Sonidos”, ese lo leí por encima (lo siento), ahora lo leo tranquilo mientras resuena Amelie en mi cabeza, abro Spotify y al sonido de acordeón, un reloj, una bicicleta, un piano… imagino los sonidos que leo… hoy me siento inspirado… es una forma curiosa de describir mi mañana…

Aún me quedan dos exámenes y todos los trabajos por comenzar, de momento los que he hecho no han salido demasiado mal, hay esperanza. Continúo con mi trabajo, seguiremos informando…

1 comentario:

Patricia García-Rojo dijo...

:) me gusta inspirarte! y así hemos estado cerquita esta mañana!

besos para nacho y para ti!

rezad por nosotros, porque este fin de semana intentamos el inicio de una comunidad de fe, que sea lo que Dios quiera!

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