miércoles, 14 de agosto de 2013

Anphi-boggie

Miércoles, 14 de agosto
Mi último día de 'trabajo', mi último día de playa.
Hoy ha sido la última mañana que levanto y ayudo en el aseo, porque mañana no creo que me dé tiempo.
He disfrutado todo lo que he podido. Luego he ido averiguando a quienes no iba a ver al día siguiente, les he dejado mis datos de contacto y me he despedido antes de subir a cambiarme.
El día promete, y hoy llevamos un anphi-boggie que, para los no sepan lo que es, es una especie de triciclo grande con ruedas para la arena y flotadores para el agua (de ahí que sea anfibio), para poder bañar a los que no podrían, bien porque van en silla de ruedas, bien porque no tienen estabilidad suficiente.
Hoy viene el marido de una de las cuidadoras, para aprender a montar las pérgolas, porque yo no estaré y es posible que le pidan que vaya algún día de apoyo.
Aunque por el camino estaba bastante feo (creo que las montañas frenan las nubes) al llegar nos hemos encontrado un sol estupendo y la marea baja (se puede pasear).
Tan bueno estaba el día (y ayer estuvo tan feo) que había sólo dos mesas libres y separadas (la gente deja toallas con piedras para guardarlas...), pero resultó que uno de los que estaban guardando 2 mesas juntas, lo estaba haciendo para nosotros, por lo visto veranea aquí y, como sabe que venimos lunes y miércoles, nos guarda las mesas!
Mientras los otros cuidadores bajaban a todos a pasear, el equipo logístico preparábamos comida y pérgolas, hoy con el extra de que tenía que enseñar al dicho marido, aprendió rápido, esperemos que cuando vuelva se acuerde.
Ya después de comer bajamos a la playa con el bólido, disfrutamos tanto los que fueron bañándose con él como los que los acompañamos. El agua estaba con bastante oleaje, lo que aportaba un plus de dificultad, pero también de diversión. Y como hay que aprovechar los dones que Dios nos otorga, y hice de 'asno', es decir, fui el que estuvo toda la tarde tirando del 'carro', a alguno a velocidades que les hizo agarrarse bien, jeje
Fue un día intenso, cansado, pero divertido.
Al llegar a casa, me despedí del chófer del bus, y de todos los que ya no vería. En la cena, las hermanas, me han agradecido en conjunto estos días y me han regalado un libro ("Quién soy yo" de Julia Navarro) y una 'postal' agradeciendo por fuera y, por dentro, a la izquierda las fotos de los usuarios con los que he estado (para que no se me olviden, ¡co'mo si fuera posible!) y, a la derecha las "Bienaventuranzas del discapacitado" (os las pondré cuando esté en casa), leyéndolas me venían las caras de muchos de ellos... :'-)
Después de cenar pues terminé la maleta, recoloqué el mobiliario y recojí un poco, me duché y bajé a despedirme de la otra pareja nocturna (que comenzaban sus 4 noches), y a dormir!

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